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Una final sencillamente alucinante fue la que nos entregaron Novak Djokovic y Carlos Alcaraz en Wimbledon. En 5 sets y 04 horas 51 minutos de partido, Carlos Alcaraz se coronó campeón del tercer Grand Slam de la temporada por parciales de 1-6, 7-6, 6-1, 3-6 y 6-4. El español sacó ventaja en la lucha por la cima del tenis mundial y seguirá siendo el N° 1 del mundo.

El primer set fue toda una sorpresa, raro en una final. Alcaraz tuvo el primer punto de quiebre y no lo supo aprovechar. De ahí en adelante no fue capaz de meterse en el juego y Nole barrió con él en solo 34 minutos de partido para llevarse la manga por 6-1.

Ya en la segunda parte todo sería un poco más normal. El número uno del mundo estaba en disputa y ambos tenistas lo tenían claro. Con quiebres de lado y lado, ni Nole ni Alcaraz supieron tomar ventaja y el set se definió en una de las especialidades del serbio: un tie break.

Curiosamente en el desempate se le vio muy impreciso a Djokovic y Alcaraz supo apretar en los momentos justos para igualar la final.

Alcaraz mostró su hambre

El español estaba en llamas. Realmente desplegó su mejor tenis y si en el primer set le pasaron por arriba, en el tercero se tomaría revancha con un 6-1 a favor y ponerse 2-1 arriba.

Djokovic es de esos jugadores que juegan mejor si mejor juega el rival que tiene en frente, y en la cuarta parte del partido se encargó de demostrarlo, una vez más. Con un tenis sólido le quebró una vez al español para quedarse con el set por 6-3 y forzar la definición.

Ya sobrepasaban las cuatro horas de partido, pero Djokovic (36) y Alcaraz (20) no bajaban los brazos. Ambos tenían hambre de gloria y cuando parecía que el español flaqueaba físicamente, parece haber agarrado un nuevo aire. Y claro, esta vez supo sacarle ventaja a los 16 años que lo separan de Nole.

Carlitos supo hacerse del quiebre del serbio al comienzo del quinto set y luego sencillamente estuvo implacable para sacarlo del partido. Alcaraz se deslizaba por el césped del All England Tenis como si fuera su mejor superficie, la arcilla, con su mejor tenis puedo quebrarle el servicio y la mente a Djokovic, algo que parecía imposible.

El campeón de 23 Grand Slams sintió el golpe y descargó su furia con su raqueta y el poste de la red, justo en frente del juez de silla. La raqueta quedó totalmente destruida y las marcas de la frustración de Nole impresas en la madera que sostiene la malla.

La solidez del español lo llevó directo a la gloria. Cerró el set con un inapelable 6-4 y, así, logró levantar por primera vez la copa de campeón de Wimbledon, el tenista español más joven en lograrlo luego de Rafael Nadal.

Con este resultado

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