Frente a este problema, las nanopartículas también están cobrando relevancia desde diferentes aspectos. El packaging es uno de ellos, aunque Raúl Molina, cofundador y gerente comercial de Copperprotek, aclara que para los alimentos el cobre solo puede utilizarse como micropartícula, ya que las nano no pueden estar en contacto con comida. Con todo, explica que ‘el cobre en el packaging reduce las bacterias que generan la descomposición del alimento, dándole mayor vida útil’. Además de disminuir el desperdicio de alimentos, con ‘menos bacterias el alimento es más seguro, sobre todo cuando la cadena de frío no se puede asegurar’, recalca Molina, sumando otra ventaja: ‘Las empresas de alimentos pueden reducir costos asociados a la merma y mejorar su última línea’.
El agro del futuro
De acuerdo a una publicación de la FAO, ‘la nanotecnología proporciona herramientas para la creación de productos innovadores y mejorados para la protección de los cultivos, con el fin de hacer frente al creciente riesgo de plagas, incluido el producido por el cambio climático’.
Nanofertilizantes, pesticidas y nanopartículas para transferir ADN a las plantas con el fin de aumentar su resistencia a las plagas son parte de los avances, muchos de los cuales están todavía en fase de desarrollo.
En tanto, la ‘agricultura de precisión’, basada en el uso de Inteligencia Artificial y nanotecnología, podría ser clave frente a los retos de la seguridad alimentaria mundial, según un estudio de la Universidad de Birmingham publicado en la revista Nature Plants.
‘Podemos vincular los modelos existentes para el ciclo de los nutrientes y la productividad de los cultivos con enfoques nanoinformáticos para ayudar a que tanto los cultivos como el suelo funcionen mejor, de forma segura, sostenible y responsable’, detalló Iseult Lynch, coautora del estudio, a Europa Press.